“Los majestuosos Andes colombianos, convertidos en 3 grandes cordilleras, marcan el desarrollo del país. Aquí vibran las grandes montañas y los grandes ríos. Aquí está nuestra propia estrella: la Gran Estrella Fluvial, donde nacen el río Magdalena, el río Cauca y el río Caquetá. Aquí se conectan todas nuestras regiones, aquí se conecta nuestro país, aquí están nuestras grandes ciudades y aquí vive la mayor cantidad de colombianos.”
Los páramos son ecosistemas tropicales de montaña que sólo se encuentran a partir de los 3000 metros de altura. Las temperaturas en lo general son bajas y muy húmedas, debido a las frecuentes lluvias y neblinas. Por ser el ecosistema con mayor irradiación solar del mundo tiene la flora de montaña más rica del planeta; cubre el suelo profundo y esponjoso con pajonales y frailejones, que hacen de los páramos fábricas y almacenadores de agua pura. Los páramos son esenciales para la regulación hídrica de Colombia ya que, por su vegetación y suelos, almacenan grandes cantidades de agua que son gradualmente aportadas a las grandes ciudades, evitando la escasez en época de sequía.
El Páramo de Sumapaz es considerado el más grande del mundo y es una de las fuentes hídricas más importantes del país. Por su importancia fue declarado Parque Nacional y hace parte de la jurisdicción del Distrito Capital de Bogotá, representando el 75% del área del Distrito Capital, lo que significa que el 75% de Bogotá es rural, y solo el 25% es urbano. El desarrollo urbano de Bogotá está afectando al páramo por la expansión de la localidad de Usme, territorio de frontera entre el Páramo de Sumapaz y el área urbana de Bogotá. En Usme se está dando una transformación urbana acelerada y sin planificación -al igual que en otros páramos y zonas del país- que, acompañada del cambio climático, la introducción de la ganadería, el cultivo de papa o amapola y la minería, producen significativos cambios en la estructura de los suelos y los ciclos naturales de los páramos.
120.000 personas viven en estos ecosistemas.
Se encuentran más de 154 especies de aves.
Entre 700 - 3.000 es la precipitación
anual (mm).
La urbanización va de la mano con la pérdida de los páramos, estas consecuencias son irreversibles.
En 36% de los páramos se está ejerciendo minería de carbón o de metales, lo cual trae grandes consecuencias ya que se contamina el agua con mercurio y cianuro.
En 13% del territorio de páramos se lleva a cabo algún tipo de actividad agropecuaria.El consumo de la vegetación única del ecosistema de páramo, al igual que su pisoteo y quema, tiene un impacto directo con la hidrología,es decir, con la producción de agua potable.
Bogotá presenta uno de los mayores niveles de desigualdad social del país.
0.3% del territorio de Bogotá es humedal.
9.285.331 es la población de Bogotá (habitantes).
La descontrolada expansión de Bogotá, desarticulada y acelerada destruye ecosistemas, contamina y agota las fuentes hídricas y contribuye e intensifica las prácticas extractívas. Se mantiene la segregación espacial y social y se urbanizan cada vez más los cerros, los páramos y los humedales.
Hay 1 árbol por cada 7 habitantes en Bogotá. En la capital cada habitante tiene 4.22 m2 de espacio verde. Una persona necesita de 10 a 15 m2 de espacio verde.
Los humedales regulan la temperatura y producen oxígeno. Controlan y previenen las inundaciones y al mismo tiempo son reservas de agua. Son el refugio de biodiversidad endémica, un hábitat esencial para diversas especies de aves acuáticas residentes y migratorias. Estos ecosistemas son lugares de refugio y alimentación, y es por esto que deben ser protegidos.