Del 24 de septiembre al 9 de octubre de 2016 se realizó en el barrio La Gloria, de Florencia (Caquetá) el Festival SINFONÍA TRÓPICO, con el apoyo del ACNUR y la participación de 64 jóvenes. El énfasis de este Festival fue el de apoyar con la integración social de los habitantes del barrio la Gloria, mediante el fortalecimiento de la identidad cultural asociada a la biodiversidad de la localidad.
El principal logro de SINFONÍA TRÓPICO en el barrio La Gloria de Florencia fue adaptar la metodología que se ha desarrollado en otros lugares del país a una población directamente impactada por el conflicto. Se realizaron talleres de fotografía, pintura y graffiti, diseño de modas y música, y al final se realizó un concierto en el que se integraron artistas nacionales con las iniciativas locales que apoya ACNUR en el barrio.
Camilo Martínez, compositor musical trabajando con SINFONÍA TRÓPICO, se encargó de articular el taller con el proceso local que se estaba llevando desde hace algunos años en este barrio. Durante los días de trabajo lograron componer una canción, que fue acogido por los jóvenes como un himno del Festival. Camilo explica que a estos jóvenes les inquieta mucho el uso de la tierra,
“...el conflicto armado tiene un origen territorial y los muchachos directamente afectados por esa violencia se hacen muchas preguntas sobre el tema. Una de las preguntas más recurrentes es ¿para qué vamos a usar la tierra de ahora en adelante?”
Mateo Pérez lideró un taller de fotografía en el cual se exploró el barrio con los jóvenes y se tomaron fotografías de lo que para ellos era lo más bonito y significativo, con la idea de aportar a la creación de identidad local.
Se identificó un grande problema social, que viene desde la construcción y habitación del barrio, entre las 2 etapas que han sido construidas y se hizo un trabajo de recuperación y apropiación de la calle central (que divide las dos etapas) como un espacio para la integración y reconstrucción del tejido social a través del arte, denominándola la Calle de los Artistas.
“Hicimos exposiciones de fotografías, pintamos andenes e invitamos a todos los vecinos para pasar de un lado a otro, como símbolo de rompimiento de las disputas”, dice uno de los participantes.
Con la participación de niños y niñas del barrio se reconoció la necesidad de darle otro aire a los espacios comunes, para contribuir en el proceso de mejoramiento de las relaciones entre los habitantes. Con el apoyo del artista y pintor Miguel Cárdenas se hicieron intervenciones en diversos puntos públicos y se pintó el Mural de la Biodiversidad, con la participación de varios jóvenes promesas de la pintura local.
También se intervino en la Casa de la Cultura del barrio que los habitantes construyeron con el apoyo del ACNUR y que se ha convertido en el sitio para el desarrollo de actividades artísticas para los niños y jóvenes del barrio.
Bajo la dirección del diseñador de moda alemán Matthias Strauss, 40 adolescentes de La Gloria asistieron a un taller de diseño de moda y costura. Matthias los invitó a traer ropa vieja, que la niñas y los niños aprendieron a reciclar de manera creativa. A viejas camisetas se les dio una nueva chispa y parches de colores hicieron que se volvieran atrevidas y frescas.
Matthias también les mostró a los participantes en el taller cómo diseñar sus propias mochilas. Para el evento final, los talleres de moda proporcionaron a los artistas nuevas camisetas. Karin Griesbeck, quien apoya a SINFONÍA TRÓPICO desde Alemania, ayudó a Matthias con el taller y aprovechó esta oportunidad para enseñar a los participantes algo de alemán básico.
Dado que SINFONÍA TRÓPICO tuvo la particularidad de colaborar con el Festival por la Vida y los Derechos Humanos que la comunidad ha apropiado, el concierto de cierre tuvo ese encuadre.
El barrio La Gloria alberga 350 familias desplazadas, que vienen de los diferentes municipios del departamentos y que han tenido que construir un tejido social que no existía, pues cada familia viene de un lugar diferente y trae consigo su propia historia de dolor. Es por esto que el desarrollo de iniciativas productivas y artísticas para integrarse al municipio y hacerle frente a la pobreza que dejó el conflicto armado en la región, se convierten en una salvaguarda para las personas que viven allí.
Como lo dijo don Octavio Soto, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de la Etapa:
Nosotros vinimos de diferentes zonas del Caquetá y al llegar no sabíamos qué era una cámara de video, cómo hacer un derecho de petición y tampoco conocíamos a fondo los derechos de las víctimas, las mujeres y los niños. Hemos avanzado en el cuidado de las zonas verdes, en tener un alcantarillado y nos integramos como hermanos.
La semana de trabajo, así como el concierto, con el que se cerró todo un ciclo de integración social, permitió que toda la comunidad se juntara alrededor del arte y de los niños, niñas y jóvenes del barrio, que con su alegría, energía y fuerza, inspiran a los adultos a que sigan comprometidos con sacar adelante esta comunidad.
En el barrio La Gloria se puede sentir de primera mano el efecto de la violencia del país, pero eso mismo permite valorar el efecto positivo que traerá consigo el acuerdo de paz. Como dice Charlotte Streck
“...Este proceso de paz permitirá que las zonas de la periferia tengan acceso a dinero y cooperación internacional para desarrollarse y es necesario asistir ese progreso para que no se haga a costa del medio ambiente”, por eso SINFONÍA TRÓPICO seguirá recorriendo el país de regiones y aportando su granito de arte.
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